La Iglesia, un año más, nos regala un tiempo precioso para «tomar el pulso» a nuestra vida de fe y a la esperanza que hay en nosotros: el Adviento. Durante este tiempo, si así lo queremos, sentiremos que la Iglesia nos toma de la mano y, a imagen de la Virgen María, manifiesta su maternidad haciéndonos experimentar la espera gozosa de la venida del Señor, que nos abraza a todos en su amor, el único que salva y consuela realmente.
Vivamos este tiempo de espera junto a la Virgen María, nuestra Señora del Adviento. Pongamos nuestra mano en la suya y entremos con alegría en esta nueva oportunidad de gracia que Dios nos regala. Dejémonos guiar por Ella, para que reavive en nuestros corazones la espera del Dios-que-viene y la esperanza de que su nombre sea santificado en el mundo entero, de que venga su reino de justicia y de paz, y de que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo.
Y recordad: el día 7 de diciembre, a las 21:00h., en nuestra iglesia (c/Joan Prim 183) celebraremos la Vigilia de la Inmaculada. ¡María, nuestra Madre del cielo, nos espera para llevarnos a su Hijo!